Caballo finlandés

Este caballo, proveniente de un país de extensos bosques, lagos enormes y crudos inviernos, posee el coraje y determinación de un corcel nórdico. Presentamos al pequeño pero robusto caballo finlandés.

El caballo finlandés tiene una historia muy especial, ya que la existencia de esta raza va de la mano con la de Finlandia. Fue clave en los cambios que se produjeron en las vidas y necesidades de los fineses.

Debido a esto, el caballo finlandés tuvo que adaptarse rápidamente y desarrollar ciertas habilidades que hoy en día se dividen en cuatro disciplinas: galope, ráfaga, trote y poni. Los caballo finlandeses de Jorvik son una combinación muy equilibrada, ya que sirven para cabalgar pero también son unos todoterreno.

Con cuatro orígenes tan diversos, el caballo finlandés es apto para varias formas de equitación, desde el campo a través y paseos, pasando por usos más cotidianos y también en escuelas de equitación. En Finlandia son especialmente famosos por emplearse en el campeonato de trote llamado "Kuninkuusravit", que se celebra en verano.

Sin embargo, el caballo finlandés ha tenido sus problemas. Tras la mecanización de la agricultura y el fin de la caballería finesa en el siglo XX, ha disminuido la demanda de esta raza.

Pese a esto, la gente no permitió que el adorado caballo finlandés desapareciera: la creación de un registro genealógico en 1971 y el reconocimiento de varios tipos de caballos finlandeses lograron que la cifra de esta raza aumentase a unos 20 000 ejemplares actualmente.

El color del pelaje más habitual de un caballo finlandés el castaño en sus diferentes tonalidades, aunque también hay otros colores base como el negro y el bayo. También puedes encontrarlos con marcas blancas en patas y cara. Este robusto caballo de patas y pezuñas fuertes es perfecto para recorrer todo tipo de terrenos en Jorvik.

Si estás buscando un amiguito adorable pero duro de roer, capaz de adaptarse a cualquier situación, el caballo finlandés es perfecto para ti.